Tender un puente
Tender un puente
Cuando emerge un conflicto en nuestra cotidianeidad da la sensación de que algo se rompió o que algo dejo de fluir entre nosotros y los otros, entre nosotros y la situación que habitamos.
Por eso, todo conflicto o situación difícil también implica una invitación a revisar, refaccionar, actualizar “aquello” que nos conecta con la realidad cotidiana.
Aquello que nos conecta puede ser visualizado a través de la imagen mental o la vista real de un puente como referente.
Pero, primero lo primero, ¿qué es un puente?
Podríamos resumirlo en una tecnología que conecta dos puntos cuando existe/emerge un obstáculo en el medio. Tales puntos que requerimos conectar ya sea porque nos interesa y/o porque lo necesitamos.
Así es que visto desde uno de los puntos, el puente se convierte en el constructo o el medio para llegar al otro lado.
Pero no tan rápido, veamos algo de la ingeniería de los puentes que nos puede ser de gran ayuda.
Normalmente, los ingenieros intentan canalizar el peso del puente en los pilares (los soportes en cada extremo) y muelles (los soportes en el centro) que descansan habitualmente sobre un lecho de roca o cajones (cajas llenas de hormigón armado) hundido profundamente en terreno más suave.
Esto nos pretende decir que para que ese puente sea sustentable, en principio, necesito reconocer mi propio punto de apoyo, mi propio punto de gravedad suficiente como para sostener la cruzada hacia el otro lado.
Una vez que he detectado lo anterior, requiero también detectar el punto de apoyo sólido que corresponde al otro lado.
La intención de reconocer y atender a esos puntos de apoyo o pilares es la base para tender el puente.
Luego, habrá que poner atención a los puntos intermedios que sirven de sostén o que hacen a la sostenibilidad de la conexión entre los puntos de apoyo extremos.
En este sentido, es que los ingenieros intentan distribuir las fuerzas (cargas) uniformemente a través de algunos puntos clave en una estructura usando la tensión (fuerzas de tracción) y compresión (empujando fuerzas).
Es así que, las cargas deben ser sopesadas con unidad de sentido para ambos extremos, para ambas partes. Y si hay tensión, no debe alertarnos más allá de saber que es la tracción de los dos extremos conectándose y empujando sus fuerzas para concretar y definir la estructura del vínculo.
